lunes, 15 de abril de 2013

Los cambios tecnológicos y los protagonistas humanos


Foto: Jun's World


En otros tiempos, hace cientos de años, una persona podía pasar su vida sin notar algún cambio importante en la manera de ver el mundo o de vivir en el mismo. Un día alguien inventó la imprenta, otro día se descubrió el "nuevo mundo", pero eran hechos excepcionales.

 Vivimos en una época en que somos testigos y protagonistas de muchos cambios. Recuerdo los discos de vinilo que se escuchaban con el "tocadiscos" y requería que estuviera en buen estado la púa y limpio el disco a oir. Más tarde llegó el walkman, qué diferencia respecto al tocadiscos, qué avance. Podía llevar la música conmigo,mientras durasen las baterías. Insertaba un cassette y hacia rodar la cinta. Le reemplazó el discman, que tuvo sus 15 minutos de fama, y cayó  rendido ante el mp3, y actualmente, el mp5 con pantalla tactil, que además toma y guarda fotografias, videos, tiene juegos y sabe hacer otras cosas. Es mucho mejor que aquel comunicador que usaban en los primeros capítulos de "Viaje a las estrellas", ese que luego fue superado por los teléfonos celulares.

¿Qué decir sobre los teléfonos? Recuerdo los momentos en que todos tenían el mismo tono de llamada. Al oirlo sonar, cuatro o cinco personas buscaban el suyo hasta que uno anunciaba "es el mío". Ahora entre otras cosas, tienen GPS, como para asegurarse de que nadie sea capaz de perderse en su propia ciudad, o para espiarnos mejor, yo nunca he confiado en esos aparatos.
En cuanto a computadoras, la primera que tuve era un commodore 128, que podía actuar como si fuera un modelo 64, y solo me servía para usar algunos juegos primitivos. Incluso la consola Atari, anterior, la consideraba mejor. Yo volvería a jugar un rato al pacman, space invaders o asteroides, aun cuando haya conocido el Quake, Call of Duty o Sims 2.

Los primeros discos eran grandes, muy chatos y de poca capacidad. Fueron reemplazados por los discos más pequeños y de mayor capacidad, los de 1.4 pulgadas, a su vez ampliamente superados por los CD-Rom y los DVD, y luego los pendrive. Es decir, el equivalente de más de 1000 discos de 1.4 pulgadas en la palma de la mano, fácil de llevar en un bolsillo.

Recuerdo todo eso y ni siquiera tengo 70, o 60 años, apenas 41. También recuerdo la TV en blanco y negro,con solo dos canales. Es que, ciudadanos y ciudadanas, chicos y chicas, existe una vida sin Internet, o al menos existía. Podíamos vivir muy bien sin eso, y posiblemente más felices.  Tenemos herramientas que nos permiten obtener y acumular mucha información, pero debemos saber qué es útil y qué nos distrae de positivos propósitos.Podemos escondernos detrás de una pantalla, pero eso nos quita la oportunidad de poner en prática el valor para superarnos, y resolviendo problemas de frente hacernos más fuertes.

Tomemos el ejemplo de un martillo. Para un niño podría ser visto como un juguete; para un loco,como un arma, para una persona común, una herramienta; para un profesional, la missma herramienta pero con mayor eficacia. Asi son estas tecnologías también. Abren muchas posibilidades, y nos dejan a solas con nuestro sentido de responsabilidad y nuestra conciencia. Por lo tanto, en internet existen las oportunidades y los peligros, los servicios y los virus, la pornografia, las noticias, las ONG y los proyectos educativos. Ni buena ni mala por si misma, simplemente un reflejo del mundo real. Es el mejor momento para que avance también la conciencia, que se produzca un importante avance en la misma. Ya que tenemos las mejores herramientas conocidas hasta ahora, habrá que pensar cuidadosamente para qué deseamos usarlas.


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