martes, 10 de septiembre de 2013

¿Y dónde está el defensor?


Foto: Morgaine


Hace mucho tiempo vi las dos películas de ¿"Donde está el piloto?". Lo que no imaginaba era que la realidad podía superar la ficción, y que yo fuera el protagonista incansable de una búsqueda de justicia, emparentada con la búsqueda de sentido común.
¿Cómo rayos empezó todo? Fue la empresa de medicina prepaga. Ya sabemos lo que ha ocurrido ultimamente, han subido sus precios una y otra y otra vez. Incluso los han subido en forma "retroactiva". ¿Que significa esto? Significa,por ejemplo, que si tu pagaste la cuota del mes pasado y el gobierno aprueba a la empresa de medicina prepaga un aumento retroactivo, ese aumento tiene efecto "hacia el pasado". O sea que te aumentan también el mes que ya pasó, que ya pagaste y cuyo recibo tienes. ¿Pagar dos veces por los mismo? Noooo...no. te dirían, "no son dos veces, es un aumento retroactivo", una especie de viaje en el tiempo hacia el pasado para aumentarte el costo y cobrarte más en ese pasado. Uno de esos inventos modernos, como la "guerra preventiva", cosas que la mayoría de las personas de bien aparentemente "no comprendemos". Y te preguntarás cómo el gobierno aprueba eso, ¿no se supone que el Estado existe para velar por tus intereses? Incluso puede que hayas votado al actual gobierno. Bueno, pasa aqui y pasa en los otros hemisferios, una cosa es la teoria y otra la realidad. El dia que tengamos quienes realmente representen y defiendan nuestros derechos, otra será la historia.
Volvamos al relato de la odisea. La teoria indicaba que si al menos me iban a subir la cuota, debia tener un aviso con 30 dias de anticipación, para que pueda decidir si lo acepto o si me cambio a otro sistema de medicia prepaga, donde de todas formas tarde o temprano me encontraria con lo mismo. El aumentó llegó, el aviso no. Era tiempo de buscar al defensor del pueblo y reclamar. Era más fácil decirlo que hacerlo.
Busqué en internet la dirección del defensor de mi ciudad.En la página correspondiente encontré una dirección y un mail. El mail no existia, mis mensajes rebotaban, y más tarde, tras caminar bajo el frio y la lluvia, descubri que la dirección tampoco. Era un edificio de oficinas donde,sim embargo, no sabían nada del asunto. Caminando por esa zona casi a la deriva, descubro de causalidad una dependencia municipal con el cartel de defensoria, sólo que el horario de atención era por la mañana. Al menos lo había encontrado, pensé. Pues no, no exactamente.
Al presentarme temprano y empezar a detallar mi problema me dicen "espera un momento, ese no es un problema municipal, debes ir con el defensor federal". Vaya suerte, asi que es como si tuviéramos un defensor de tu mano derecha y otro defensor de tu mano izquierda. Por lo que se ve estamos ultra organizados. Afortunadamente esa otra oficina estaba a pocas calles. Cuando llego y entro pregunto a los guardias en recepción,  me dicen que hay "feria judicial", o sea que por unos dias están de vacaciones. Pero tengo "suerte" ( no se bien de qué clase ) porque hay otra oficina del defensor que funcionará durante esos dias, solo que está en otra punta de la ciudad. No llegaré a tiempo, tendrá que ser al dia siguiente.
De nuevo temprano, llego al sitio indicado, una linda ubicación cerca de la playa. Un guardia me conduce gentilmente por los pasillos hacia donde se encuentra la oficina. Espero un momento y me atienden. Empiezo a hablar y me dicen "espera un momento, ese es un problema de dinero, aqui lo que tratamos son problemas de cobertura médica". Es bueno contar hasta 10, te lo recomiendo, a veces funciona. Entonces me dan una dirección de donde se supone que sí se ocuparán de mi reclamo, en la zona céntrica.Viajo hasta allí en el trasnporte público y busco atentamente la dirección. Lo primero que noto es que la dirección exacta, tal como me la dieron, no existe. Lo segundo, es que a la vuelta se encuentran oficinas municipales, ¿No quedamos en que alli no era? Es verdad, entro y un guardia me informa que en realidad la oficina que busco es la Secretaria de Defensa del Consumidor, que se encuentra a unas cuantas calles de distancia. No es mucho, y presiento que estoy cada vez más cerca.
Al llegar debo formar fila y entonces exponer una vez más mi reclamo. Increiblemente, ahi si lo atienden, solo que debo llenar unos papeles con los detalles y me dan una cita para dentro de un mes, una "audiencia de conciliación" donde una abogado debe representarme a mi y otro a la empresa cuestionada, procurando buscar una solución.
Llegado el momento, ahi estamos los tres, en una pequeña oficina con un escritorio y un ordenador. Es dia cálido, se siente la proximidad de la primavera. Mi reclamo es simple: dado que no cumplieron en informarme de aumento alguno con anticipación, y que ni siquiera enviaron las facturas a domicilio, aunque si que cobraron por el servicio, reclamo que se me descuente ese aumento indebidamente cobrado de la proxima factura. La postura del abogado de la empresa es firme: "de ninguna manera". Se aferra a la ley de defensa del consumidor, la que supuestamente fue creada recientemente para defendernos a nosotros los consumidores,argumentando que si le aprueban un aumento retroactivo, o sea del mes pasado, no es posible avisarme antes del mes pasado. Curiosamente, prefieren conservar una pequeña suma antes que conservar un cliente con el que ganarian más que esa suma en poco tiempo. Efectivamente, conservarán la suma, perderán al cliente. Se que suena surrealista, pero como habrán advertido hasta ahora, vivo a la vuelta de la dimensión desconocida, donde cualquier cosa parece posible. Por eso, si ven a alguien construyendo una balsa para huir de este lugar de locos sueltos, pueden dedicarme una sonrisa, porque nadie es tan rico que no necesite una ni tan pobre que no pueda darla.


Foto: Roberto Bonvallet


2 comentarios:

Marinel dijo...

Como bien dices,pasa ahí y en otros hemisferios...
Aquí,como ya sabrás, hemos perdido en poco tiempo lo poco que teníamos y llevamos camino de perderlo todo por completo.
La seguridad social,pública y maravillosamente lenta,pero a la larga efectiva,es una sombra de lo que fue y los seguros privados-supongo que son los prepaga que citas tú-sobrevuelan como buitres.
El problema es que aquí ni tan siquiera nos va a quedar la posibilidad de contratarlos ya que la vida laboral en este país va siendo utópica.
Estábamos acostumbrados a todo ese rollo de la administración,de los millones de pasos para arreglar cualquier papel, de los millones de papeles necesarios,por ejemplo,para hacer cualquier reclamación y dadas las circunstancias actuales,ahora ni si quiera podemos hacerlas,porque es improbable que recibamos algo de lo reclamado e incluso respuesta a lo demandado.
Ya ves como estamos en este mundo por culpa de unos cuantos impresentables.

Besos y perdona la indignada perorata, a cambio, te dejo mi solidaridad y comprensión.
:)

Jorge dijo...

Hola Marinel, gracias por aportar testimonio de como es por ahi, como para tener un panorama mas completo de como anda el mundo. Yo he seguido los pasos supuestos y me dicen en defensoria que no pueden hacer nada, o tal vez no quieren o les da igual...a menos que un dia le pase a uno de ellos. Sin embargo, los gobiernos si que invierten mucho dinero en plena crisis, como deseo mostrar en otro articulo, en gases y bala de goma, para que las "fuerzas del orden" hagan callar a palos cualquier manifestacion pública.Ya no estamos en "1984", la novela, sino unos cuantos años mas allá.